A pesar de la presión por la persistencia inflacionaria en muchos países alrededor del mundo, entre los bancos centrales de desarrollados no parece haber coordinación para normalizar su política monetaria o restringirla en algunos casos a diferencia de lo que sucedió al iniciar la pandemia cuando todos estimularon sus respectivas economías. El banco de Japón y el banco central europeo han señalado que no reaccionaran tan rápido como la FED al considerar que la inflación proviene de presiones relacionadas a la pandemia del lado de la oferta.
Por su parte, los mercados mantienen la atención en los reportes corporativos ante la cercanía de la publicación de los correspondientes a emisoras del sector tecnológico, buscando pistas sobre la perspectiva que tendrán para su crecimiento de ventas y utilidades en 2022